9 de noviembre de 2004

Julia? Julia?

Como ya saben el viernes 5 y sábado 6 de noviembre se llevó a cabo el Personal Fest en el Club Ciudad de Buenos Aires, y teniendo en cuenta que seguramente la mayoría ya leyó algún otro comentario en los demás blogs les voy a dar mi humilde reseña del apretado schedule del festival.
Yo tuve la suerte (y los $60/U$S20 para pagar la entrada) de ir el día sábado y mi recorrido fue el siguiente:

Llegué justo a tiempo, pero antes que empezaran las presentaciones. Fantasmagoria abrió el Escenario Principal, como no soy fan de Fun People y todo lo que había escuchado del grupo eran unos pocos temas no me voy a poner a opinar; lo que escuche fue un rock and roll clásico (lease RS) con toques pop y glam (bah, Gori se bate el pelo y le ponen estolas de plumas a los pies de micrófono).

De ahi me fui a “La Isla” (una carpa rodeada de agua, se mataron con el nombre :P) porque me recomendaron ver a Club Astrolabio, que según me dijeron es la banda de dos sobrevivientes de Martes Menta. La primera impresión fue bastante fea, el sonido era un caos y el guitarrista tenia desafinada la guitarra, súmenle a esto que había dos teclados, una percusionista y un violinista (vestido en una túnica plateada!), y se pueden imaginar la situación. Por suerte el guitarrista se dio cuenta que estaba pifiando y dejo de tocar, ahí el panorama empezó a aclarar; debajo de esa pelota de sonido había canciones pop bailables y entretenidas.

Siguiente parada: volver al escenario principal para ver el final de Virus (muy de lejos los vi), lo de siempre, sus grandes éxitos apenas retocados con dosis iguales de nostalgia y actualidad musical como para no desentonar con la onda “moderna” reinante.

De ahí fui al escenario 2 (el segundo en importancia) para ver el comienzo de Kinky (no me interesaban realmente, estaba haciendo tiempo para la seguidilla que estaba por empezar), y ahi fue cuando se empezó a desfasarse el tan cuidado horario intercalado de presentaciones, tanto así que al segundo tema ya estaba empezando Cerati en el Main Stage (obviamente corrí hacia allá, aunque este creativamente estancado sigue siendo Cerati, che). Medio que me cansó la formulita del tema de Soda recauchutado para la era electro-bailable, sonaba todo parecido, todo muy pistero y carente de climas. Una lástima...

Tiempo de comer algo: casi media hora de lucha y apretujones para una mísera hamburguesa pelada, que te la cobraban como si estuviera hecha con oro en polvo (de los precios casi ridículos de la comida y bebida ni hablemos, ya es una costumbre festivalera).

Hora de los platos fuertes en el escenario principal: Blondie estuvo bien, tocaron todos sus hits (casi todos) y alguno que otro desafortunado tema nuevo (uno dedicado a Joey Ramone, que todavía se debe estar revolcando en su tumba). Pobre Debbie, ya no está como para estar mostrando las pechugas caídas; daba “cosita” verla en un baby-doll rojo. Aunque hay que aclarar que su voz está intacta, como si no hubieran pasado los años (sí, pasaron muchos).

Y llegó el gran momento: Morrissey entró junto a su banda, él vestido de cura y ellos todos de negro (¿Será para acompañarlo al jefe o estarán de luto por lo de Bush Jr.?).
Volvió a hacer el mismo chiste que hizo hace 4 años:
Morrissey: “vengo de Chile...”
Publico:
“buuuuuuu...”
...y bromeó sobre las ventas de su último álbum en Argentina (que se los diga a las discograficas!).
En la segunda mitad del set se empezó a quejar que no se escuchaba bien, aunque para afuera se escuchaba perfecto, por lo menos adonde estaba yo (en el centro, bastante adelante) y ahí se cayo un poco el clima.
Con los inconvenientes de sonido y todo, Moz es Moz..., ya escuchar en vivo “How Soon Is Now?”, “Bigmouth Strikes Again”, “Rubber Ring” y “There Is A Light That Never Goes Out” pagó la entrada de todo el festival...sin palabras.

Del resto: Soulwax, Death In Vegas y Rinocerose, solo escuché al último (no lo vi, ya no me daban más las piernas) y me aburrió muuuuucho. Si, señores y señoras, la Electrónica ME ABURRE, por mas que la quieran disfrazar de rockera y “tocada”, a mi me duerme!!!
Leerán por ahí que el sonido fue malo, que los graves esto y los agudos aquello (muchachos!, bajando un poco los estándares.....en estos festivales multi-escenarios no se puede hacer magia, si quieren calidad de Primer Mundo búsquenlo en otro lado).
¿Nos será imposible como público disfrutar la oportunidad de ver a estos artistas en vivo sin desmenuzar cada detalle o será que las opiniones que se leen en todos lados representan las de los periodistas que van gratis y no tienen ningún interés en las actuaciones? ¿Es un crimen entusiasmarse y que realmente te guste algo que se organice en este f*cking país?


He dicho.